Whatsapps del diablo a su sobrino, 19-IV-2023
Hola Orugario!
Ha pasado mucho tiempo desde nuestra última comunicación. El Padre de las Profundidades me ha privado del exquisito bocado y a ti, de tu castigo. Decidió, en su máxima sagacidad, tenerte suspendido de tus funciones por setenta años y, con condiciones terrenales y espirituales más favorables, enviarte para atender a un nuevo paciente.
El Enemigo celebró la victoria de arrebatarnos un alma en el último minuto de tal manera que el Trono ardió y estalló en humo y rayos.
Ya aprendiste tu lección y conoces el alma de estos miserables mejor que al inicio. A tu nuevo paciente deberás aplicar lo que te enseñaron tus hermanos mayores en el curso de estudios superiores sobre las fortalezas y debilidades del hombre moderno.
Siguiendo tus consejos, uso menos el correo electrónico que creaste -tenías razón sobre el spam-, y me hice un whatsapp, aunque la cantidad de grupos y cadenas de condenación son igualmente insoportables. En el último consejo de los Grandes Maestros se acordó promover con mayor fuerza las ideas que sembramos en nuestra sede de París, para que lleguen con mayor rapidez al Nuevo Continente. Nuestro Padre ha decidido abrir una segunda sede en Latinoamérica: a Montevideo se le sumará Santiago de Chile, y este será tu nuevo destino. En el Consejo también se revisaron las conclusiones y recomendaciones del informe del Departamento de Investigación sobre las nuevas formas en las que el Enemigo enseña a vivir las virtudes.
Como te decía, tu nuevo paciente es un joven de Chile, país tan largo en extensión como en ambición, y, llama especialmente la atención, cómo se convencen a sí mismos y jactan de ser el país más “desarrollado” de la región. Este joven, como te decía, entró a la universidad de la capital, pero viene de un pueblo sencillo y humilde del sur del país.
Su alma era tranquila como un lago en verano, pero tu antecesor ha hecho un excelente trabajo con él, anestesiando su curiosidad intelectual y una vida algo más piadosa, con el mejor remedio cuyos orígenes se remontan, precisamente, a la Segunda Guerra: la tecnología. Esta, si bien es un don del Enemigo, puede tener un mal uso que despierta los sentidos y adormece el alma.
En el mundo virtual, puedes levantar calumnias desde al anonimato y destruir la vida u honra de las personas, o enzarzarte en discusiones estériles que no terminan más que en insultos y una inmensa sensación de tener siempre la razón.
En mi última estadía en las Profundidades, realicé un curso sobre la dinámica de las redes sociales, y por ese lado es cómo abordaremos a tu paciente. En jóvenes como él, Youtube e Instagram te serán más útiles para adormecer sus sentidos, puesto que Facebook es ocupado por una generación mayor y Twitter no será de su interés ya que carece del ánimo iracundo necesario. Así y todo, no dejes de (in)tentarlo con esta última red, pues favorece el odio. A diferencia de una carta sobre tu antiguo paciente en la que te señalaba que el odio que podía profesar a los alemanes era melodramático y dirigido a maniquíes imaginarios, en el mundo virtual, puedes levantar calumnias desde al anonimato y destruir la vida u honra de las personas, o enzarzarte en discusiones estériles que no terminan más que en insultos y una inmensa sensación de tener siempre la razón.
La indiferencia, comodidad y flojera de nuestros queridos pacientes ha aumentado exponencialmente con la aparición de las aplicaciones. La tecnología ha tenido un efecto maravilloso en el carácter cínico y cruel de los humanos. Mientras critican la contaminación mundial y esperan que un Rappi les traiga un McDonald’s, al conductor ni siquiera le dan las gracias. Debes ser cuidadoso y no atiborrarlo, por ejemplo, con que ocupe demasiado Uber en vez del transporte público, sino que ir aumentándolo gradualmente partiendo por situaciones “excepcionales”. No ocupes sino hasta en uno o dos años más, aplicaciones como ChatGPT que permiten hacer, literalmente, todo el trabajo, pues responden de forma completísima a todas las preguntas de una manera que es imposible saber si se trata de una persona o de una máquina.
En todo caso, no abuses. Sabemos que la tecnología es un don del Enemigo. La alienación e indiferencia que han producido los celulares ha convertido a las almas en frías e indiferentes, cada vez más cerradas a la Gracia y al amor al prójimo. Ante esto, han surgido distintas estrategias, desde las cadenas de oración hasta el grave caso Acutis, que ha ocasionado una crisis de proporciones con su página web sobre milagros eucarísticos alrededor del mundo. Sin embargo, el peor peligro está en los mismos pacientes en la medida en que se dan cuenta de su dependencia tecnológica y la posibilidad de darle un uso racional. Por eso te digo, ten cuidado.
Un último tip, como dicen los chilenos: tu paciente tendrá un roommate. Se trata de un joven holandés de tercer año que va de intercambio a Chile. Hablé con su encargado y fue salvado de las garras de sus padres, firmes aliados del Enemigo, debido a una buena dosis de liberalismo. Esperamos que sea una buena influencia para tu paciente.
Tu tío,
Escrutopo
Abogado, ONG Comunidad y Justicia (Chile)
Last modified: enero 15, 2025
