2024 07 CartaEditor 1

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Carta al Editor

Señor Editor:

Las celebraciones y festividades católicas, como la reciente procesión de Nuestra Señora en Santiago de Chile, son un magnífico acicate para recordarnos que somos hermanos, hijos de un mismo Padre y Madre. Junto con ello, y considerando el precio de sangre que se ha pagado por nuestro rescate (1 Cor. 6, 20), tenemos responsabilidades y deberes hacia Dios, la familia y la patria. La homilía de Monseñor Chomalí estuvo orientada a esto.

En los Evangelios, Cristo destaca la importancia de escuchar y actuar. En griego, el verbo akouo (escuchar) no exige acusativo, sino genitivo: en griego se escucha ‘‘de’’ algo y no simplemente a algo. No se dice “escuchar a”, sino “hacerse escuchante de”, “dúctil al logos”. Esto subraya la apertura y receptividad ante la palabra misma. Menciono esto por el tenor y la exigencia de las palabras de Monseñor, como cuando dijo: “El mundo y Chile se parecen a una boda sin vino”. También al referirse a los ejemplos sobre la acción y la atención de los católicos en general, haciendo alusión a la actitud de María respecto a las vasijas (metretas) de vino. Monseñor también agregó: “El católico se compromete con Dios y con la Iglesia, y vive la cruz de Jesucristo, o dejará de serlo. Llegó la hora del martirio”.

Sabemos que el martirio es testimonio, y Monseñor se refirió a él en estos tiempos. Pero, ¿quién habla hoy de martirio? ¿Quién habla de ofrendar la vida? La sola mención en la homilía es tremenda. Frente a tal posibilidad extrema, la carne tiembla pavorosamente ante el filo de la muerte; el alma titubea en desconfianza y soledad, mas el ejemplo de la porfía de los Santos Mártires nos señala el camino; el Espíritu embarga, y el testimonio se lleva hasta la última consecuencia.

Hay mucho que podemos meditar de la homilía de Monseñor, especialmente sobre la posibilidad del martirio y el cultivo de la esperanza en nuestros tiempos ¿Acaso ha llegado la hora del martirio o es esta la disposición natural que los cristianos deberíamos tener, como desde los orígenes de la Iglesia?

Emilio Jorquera Jorquera

Poeta

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