Carta al Editor
Señor Editor:
Las elecciones estadounidenses y el categórico triunfo de Donald Trump han levantado una ola de indignación en los sectores liberales, progresistas y socialistas que se justifica en el temor a que «se destruya la democracia».
Esto nos obliga a recordar que para las izquierdas la democracia significa algo muy concreto que escapa de la sola forma de gobierno. En la mentalidad de izquierdas la democracia es más que un modo de definir quién debe ejercer la potestad pública, sino que se impone como una regla para establecer por el voto de mayoría qué es lo bueno y lo justo para la persona y la comunidad política. Está «ética democrática», siguiendo a don Álvaro d´Ors, no es más que una ideología totalitaria.
Lamentablemente muchos sectores de las derechas, tanto chilenas como de otros países, caen en la tentación de la ética democrática, especialmente los más liberales. No es coincidencia que hace unos días la destacada columnista Lucía Santa Cruz reivindicara la soberanía popular como principio democrático para las derechas. Ante eso, y especialmente en la proximidad de la festividad de Cristo Rey, solo podemos insistir una vez más que no existe tal cosa como un poder temporal absoluto y supremo, pues toda potestad viene de Dios y está sujeta a la ley divina y natural, sea una monarquía, una aristocracia o una democracia.
Last modified: noviembre 20, 2024
