
Carta al Editor
Señor Editor:
Si me permite, quisiera hacer algunos comentarios al intercambio de opiniones sobre el ordo amoris y la crisis migratoria. Creo que no existe controversia sobre el contenido del ordo amoris, como regla prudencial para vivir en concreto el amor cristiano que es esencialmente universal. El tema discutido es cómo se aplica el ordo amoris ante la crisis migratoria.
El Papa Francisco en Fratelli Tutti advierte de la soledad del mundo contemporáneo; en definitiva, acusa la fraternidad débil o licuada del “globalismo” actual. La mejor representación de eso es la opción ideológica de las fronteras abiertas o de un mundo sin fronteras derechamente. Bajo la excusa de la fraternidad se han promovido que millones de personas se integren forzosamente a comunidades políticas sin un proceso de adaptación cultural razonable, y tampoco con la capacidad económico-social para recibir a tantas personas. Esto ha aumentado las tensiones entre nacionales y extranjeros, y no precisamente en los grupos más acomodados de cada país. Incluso, para importantes sectores de élite, la migración masiva es económicamente positiva y hacen vista gorda de las serias urgencias que plantea para los sectores más modestos de sus países, o para los propios inmigrantes.
En este punto, no es claro quién defiende a Lázaro. Lázaro no es solo el inmigrante maltratado por una deportación injustificada, es también el inmigrante que llegó a un país con la ilusión de vivir mejor y lo máximo que puede ofrecer la nueva tierra es servicios públicos colapsados y empleos precarios. Y por supuesto, Lázaro también es el nacional que ha perdido parte de su calidad de vida por la mala gestión de la inmigración masiva en su país. Está de más decir que también existen ricos epulones entre los migrantes que se enriquecen en un nuevo país en la sombra de la ilegalidad.
En consecuencia, la imagen usada por Médaille nos exige mirar más allá de la razonabilidad o no de la política migratoria de un solo gobierno, y nos permite ver que el ordo amoris nos manda a amar a toda la humanidad en serio, y no sólo por medio de una apariencia de fraternidad que disfraza a ricos epulones de Lázaros, olvidando a los verdaderos quedan escondidos entre nacionales e inmigrantes.
Last modified: marzo 4, 2025